Como quisiera hallarlo dormido
y contemplar su alma en esa desnudez
cuando se han ido todos los disfraces
y duerme en el lecho que acuna el poder.
Mirarlo de frente, de cara lavada
para ver si el remordimiento se esconde en su faz
para constatar si es humano como se cree
o solo una máquina hecha para engañar.
Sentir si respira, si llora, si tiene pesadillas
si como los mortales, tiene algún fantasma que lo hostiga,
quizá esté en un diferente plano metafísico
inmune a Morfeo, a nosotros, los seres insipientes.
Observar su rostro, sería muy didáctico
para ver lo que muestra de él cuando habla a la gente
para ver que se pone, que antifaz amolda a su cara
cuando lo mira el hambre de los indigentes.
“Quisiera saber - perdóneme la curiosidad -
con que especie de moléculas hicieron su cerebro
inmune a las necesidades, a la razón
útil tan solo para maquinar transas, coimas y evasión.
Cuando usted duerme, si es que lo hace,
¿Qué es lo último en lo que piensa?
¿en su esposa, sus hijos, su amante…
su viaje a Miami, sus escoltas, sus tarjetas, sus dólares, su yate?”
Quisiera preguntarle si sabe lo que son los escrúpulos,
no pretendo que los tenga, solo indago si sabe lo que son,
es eso que le falta cuando no ve la diferencia
entre vender su conciencia y vender un camión
y es eso que tenemos los aún ilusos
que llenamos las filas en una elección
creyendo elegir a un sujeto honorable
o que disfrace mejor su idoneidad de ladrón.
“Si lo viera durmiendo, talvez pudiera creer en usted
pero como eso será difícil
la incertidumbre me sigue haciendo hincapié.
Usted es político, y de usted, verdades poco se saben,
son hombres o solo bolsillos
personas o muñecos de ambición…
Creo que nunca lo veré dormido
aún así, las cosas me dan igual,
soy de un mundo diferente
a aquél donde vive usted,
yo soy una mujer guerrera, resido en el planeta tierra;
usted, un mal político cualquiera, usted vive en el poder.”
Vivir es…
la fotografía de un Recuerdo
estoy más cerca de mis Sueños
haciendo míos tus Anhelos
aunque hoy te tenga Lejos
que me sumerge en el Silencio
aunque griten que te Quiero
y que me duela este Tormento
tan vacías… ¡ay, si te Pierdo!
en la nostalgia de un Beso
de esta dulce Queja
y preguntar: ¡¿Qué vida es esta?!
es tu destino, y mi respuesta.
Bienvenido Visitante
cruzar quieres un sendero
sin miedo a desatinos,
si pretendes hurgar en los paisajes
y buscar tu Eva en algún edén perdido;
si quieres tocar un pedazo de historia
el haz de un misterio de florestas sin nombre,
si es tu gusto probar el sabor de la miel
que es pureza divina de tupā, eirete…
… entonces te ha traído el destino al mejor de los parajes
a una tierra de leyendas, donde no importa el equipaje
el origen, la alcurnia o las riquezas del viajante
más vale que deje de lado todo lo que ha traído
esta es tierra de venturas, donde brilla el Dios divino
donde los hombre son las formas humanas
del valor, la lucha y el sacrificio
y donde hay bravas morenas, de piel canela y ojos de lucero
de cabellos perfumados con aroma a mburucuja
y en cuyos brazos se acunan los hijos
de una augusta y eterna heredad.
Bienvenido visitante a este suelo guaraní
que si busca un rinconcito donde descansar
venga y suspire el olor a azahar
y contemple la gracia de la flor de alelí.
Venga y deguste los frutos de este suelo
deslice por su piel el cristal de los arroyuelos
beba incontenible del manantial de los sueños
y descubra los elixires de ambrosías y de secretos.
No encontrará otro espacio donde se fundan
tan perfectamente la magia y la realidad,
porque aquí… aquí el asombro está en el tiempo
en el viento, en el aire akahatā.
Incomparable es la dulzura de este pedacito de sueño
donde aún se teme al pombero, duende oculto de las noches
donde se suspira al son del arpa
y de alguna guarania de Asunción Flores
y donde canta el ju’i, ritmo de lluvia pura
para que a su tibieza te mojes.
Venga, pase visitante, que a mi tierra yo te invito
a que pruebes las delicias del rincón más exquisito,
de las mieces maduras, del ka’a en el cocido
del chipá, del tereré, de mi música su hechizo
el que llega ya no olvida, a este pueblo tan sencillo
con su magia de duendes, la bravura del kuimba’e
sus mujeres tan divinas y la dulzura de su ñe’e.
Yo te doy la bienvenida a mi tierra guaraní,
aquí es donde vive Tupā, en mi dulce Paraguaimi.